EL EDIFICIO DE SANIDAD

 

Edificio del Instituto Provincial de Sanidad (Archivo Histórico Provincial)

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Cuenta la profesora Monserrat Carrasco en su obra “Arquitectura y Urbanismo en la Ciudad de Soria. 1876-1936” que en el año 1935 comenzaba finalmente a materializarse el ensanche de la Vilueña, junto a la hasta ese momento casi solitaria casa chalé de Román Carnicero, en la plaza de Mariano Granados, y comenzaba a tomar la configuración que tiene la calle de Nicolás Rabal, entonces conocida como el “solar de los Gándara”, un espacio, este último, vinculado a la historia del deporte local pues en las pistas construidas en los solares del incendiado palacio del marqués de la Vilueña fue donde en los años veinte los sorianos jugaron por primera vez al tenis. De manera que surgieron las primeras edificaciones y más tarde, ya en la posguerra, el edificio del Gobierno Civil (reconvertido con posterioridad en Subdelegación del Gobierno por los vaivenes de la política), por más que su construcción –“suspendida como consecuencia de nuestro Glorioso Movimiento Nacional”, según una publicación de marcado tinte oficial- viniera gestándose desde los años treinta del siglo pasado.

Pues bien, el primer tramo de esta calle céntrica en el lateral sur del Parque de la Dehesa lo completó, ya en la segunda mitad de los cuarenta, el edificio del Instituto Provincial de Sanidad, un inmueble que después de más de setenta y tantos años de estar en funcionamiento sigue conservando la imagen con que se proyectó, si bien no debe pasarse por alto que en el transcurso ha sido objeto de sucesivas intervenciones de conservación tanto las fachadas –que aparentemente no han sufrido modificaciones sustanciales- como las dependencias interiores para garantizar su mantenimiento y adaptarlas a los diferentes usos que ha tenido. De ahí, que el inmueble siga siendo conocido por el Instituto Provincial de Sanidad, o Sanidad a secas, que de las dos maneras se le conoce.

El edificio de Sanidad es una de las construcciones típica de los primeros años de la posguerra con que el Régimen del General Franco dotó a la capital soriana. Pues, en efecto, hace setenta y ocho años, el periódico local Duero –Diario de Falange Española Tradicionalista y de las JONS- anunciaba en su número del 26 de marzo de 1944, con un titular a tres columnas, que “Soria poseerá un magnífico edificio para el Instituto Provincial de Sanidad”, a partir del cual ofrecía los detalles pormenorizados del proyecto, redactado por el mismo arquitecto que por aquel entonces había firmado también el de la nueva sede de la Delegación de Hacienda –de construcción inminente-, Arturo Contreras, “de ganado prestigio”, se cuidó de subrayar la referencia; la información la ilustraba un dibujo de la que sería fachada principal, es decir la orientada a la Calle Nicolás Rabal, y el mensaje esperanzador de que una vez terminada la obra la instalación “nos coloque en el aspecto sanitario a la altura de las mejores provincias españolas”.

Fue esta, sin duda, una de las grandes actuaciones abordadas por el Estado en una época de carencias marcada por las dificultades de todo tipo que acechaban a la sociedad de la posguerra. Y en poco más de tres años la sanidad soriana contó con una moderna y bien dotada instalación que acogió a los dispensarios antituberculoso, antivenéreo, de higiene mental, infantil y maternal junto con consultorios de varias especialidades y servicios de laboratorio y de ambulancia además de las dependencias administrativas correspondientes, incluída la Casa de Socorro a pesar de que las competencias fueran del ayuntamiento.

El caso es que a mediados del mes de abril de 1944 comenzaba la construcción y el jueves 4 de septiembre de 1947 el ministro de la Gobernación, Blas Pérez González, que llegó a Soria la víspera, inauguraba las flamantes instalaciones, “desde cuya fecha el Instituto cumple plenamente su función, destacando su influencia en todos los ámbitos de la capital y provincia, ya que los pacientes acuden en gran número a las distintas especialidades del mismo”, recogió algunos años después la publicación oficial Realizaciones del Movimiento en Soria, dentro del capítulo “Breve catálogo de las principales obras ejecutadas y en ejecución”, fechada el 1 de octubre de 1951. El coste del edificio, incluido el material sanitario, importó la cantidad de 2.862.000 pesetas. Una cifra muy importante situados en el momento.