EL NOMBRAMIENTO DE LOS JURADOS

AHPSo 20210. Fondo Vives - 16.06.1978

Los Jurados de Cuadrilla de 1978 con el Alcalde, Domingo Hergueta, en primera fila, en el centro (Archivo Histórico Provincial. Fondo Vives).

____

Este sábado tendrá lugar el protocolario acto del nombramiento de los Jurados y al día siguiente el Catapan con la incertidumbre todavía de si todas las Cuadrillas estarán cubiertas.

En el particular acontecer del calendario sanjuanero establecido por la “Ordenanza Municipal que regula las fiestas de San Juan de la Ciudad de Soria”, la que una publicación tan oficial, y escasamente creíble, como el Boletín Informativo del Ayuntamiento de Soria, no dudó en calificar con arrogancia, en su día, sin encomendarse a Dios ni al diablo, como “la ordenanza de las Fiestas de San Juan del Siglo XXI”, ha llegado el turno al nombramiento de los jurados, que según el artículo 9 de la que tiene la consideración de Carta Magna de los Sanjuanes –otra cosa muy diferente es la fuerza de su eficacia jurídica y utilidad práctica- será “el último Sábado del mes de Abril y en un nuevo acto público presidido también [como el Sorteo] por la Alcaldía y con el Ayuntamiento Pleno…”.  Una rutina más aunque en ocasiones pretéritas haya estado salpicada por algún incidente que vino a deslucir cuando no a destripar –con perdón- una celebración que los sanjuaneros están esperando como agua de mayo. Así ocurrió el 22 de abril de 1967 cuando no quedó otro remedio que suspender el acto y eso que los Jurados, que habían acudido con puntualidad, se encontraban ya en el salón de sesiones de la Casa Consistorial, que es donde se tenía por costumbre llevarlo a cabo a falta de otro local idóneo, a la espera de que comenzase la ceremonia que iba a presidir el alcalde, Amador Almajano, acompañado de la mayoría de concejales de la Corporación. En efecto, se declaró abierta la sesión de la Comisión de Festejos y el secretario, Domingo Ciria, dio lectura al acta de designación de los llamados alcaldes de barrio. Hasta aquí todo normal, no así lo que ocurrió a continuación pues al acercarse al estrado presidencial el primero de los Jurados, el de la cuadrilla de La Cruz y San Pedro [Martín Arribas], lejos de recoger los atributos de su cargo declinó consumar la formalidad, cuando ya los tenía en su poder, al tiempo que el de Santa Bárbara [Benjamín Lázaro] reclamaba de la presidencia que comunicase la resolución adoptada respecto del escrito que habían presentado con anterioridad los regidores formulando un conjunto de peticiones que, básicamente, y de manera resumida, consistían en tener participación, “en la forma más legal”, en la Comisión de Festejos; en el incremento de 2.000 pesetas a cada Cuadrilla la subvención del Ayuntamiento; la reserva de los palcos asignados el Viernes de Toros a los Jurados para evitar que fueran ocupados indebidamente; que se les dotara de mesas el Domingo de Calderas para que las Juradas pudieran preparar debidamente la recepción a las autoridades, y, en último término, que se facilitara la carrera de los caballistas por el Collado una vez terminado el encierro de La Saca, contribuyendo, de este modo, a garantizar la pervivencia de una tradición que se estaba perdiendo. El Ayuntamiento no sólo hizo oídos sordos a la petición de los Jurados, y se encontró con lo que se encontró, sino que aquella misma noche del 22 de abril de 1967 la Alcaldía emitió una nota manifestando que ante la “negativa injustificada” de los Jurados a tomar posesión del cargo que previamente habían aceptado “y que en la actualidad condicionan a unas exigencias inaceptables, expuestas de forma inadecuada”, hacía público, “para general conocimiento, [que] adoptará las medidas necesarias para mantener la tradición y prestigio de nuestras fiestas de San Juan”.

De lo que pasó a partir de aquel momento, y durante la semana siguiente, no ha quedado constancia escrita, si bien es fácil deducirlo porque al sábado siguiente, el 29 de abril, el acto de toma de posesión de los Jurados de Cuadrilla se celebró como si nada hubiera ocurrido. Hablaron el alcalde, Amador Almajano, que anunció la asistencia a las fiestas del escritor y académico Camilo-José Cela, y el Jurado de la cuadrilla de San Esteban, Emilio Ruiz, que hizo una encendida defensa de las Fiestas. Los músicos de Covaleda –la Orquesta Urbión- amenizaron el acto.

 

2 opiniones en “EL NOMBRAMIENTO DE LOS JURADOS”

    1. Públicamente no trascendió pero casi me atrevo a asegurar que el Ayuntamiento los hizo caso teniendo en cuenta la naturaleza de las cuestiones que planteaban. El desfile de los caballistas por el Collado tras cerrar los toros estaba decayendo de manera alarmante por el riesgo que entrañaba y porque los ganaderos de Las Casas, que habían venido siendo los encargados de traer los toros, ya no se ocupaban como antes. No sé el primer año que dejó de celebrarse pero no fue mucho más tarde.

Comentarios cerrados.